domingo, 30 de septiembre de 2012

MALTRATO PRODUCIDO POR INDUSTRIAS DE LA MODA

La industria de la moda extermina millones de animales al año. Al menos 140 millones de animales silvestres son capturados con trampas no selectivas, mismas que causan la muerte de otros 80 millones de animales no útiles para la peletería; además de 40 millones que son criados en granjas. Todas estas muertes tan sólo para complacer un cruel gusto. Los animales silvestres son atrapados por trampas que los matan lentamente, destrozándole las patas y después la larga agonía.

  “En lo personal, los artículos de piel no me gustan. Por ejemplo, en el medio artístico, en las entregas de premios, en las alfombras rojas, traer un abrigo de mink o una estola de zorro es considerado elegantísimo y glamorosísimo; a mí me parece algo horrendo, no creo que la vanidad deba estar encima del respeto hacia los animales, que son seres que sienten ¡eso no se debe permitir!”, asegura, Liza Echeverría.

La caza para fines de vestido ha contribuido a que muchas especies se encuentren en peligro de extinción desaparezcan y eso es vigente lamentablemente hasta el día de hoy.

Por otro lado, se ha optado por reproducir animales en granjas peleteras. Estos animales viven en reducidas jaulas, expuestas a la intemperie. Viven bajo el intenso sol, las noches frías sin protección. Sólo les importa lo que pueda generarle económicamente.

El encierro les causa tal estrés que suelen autolesionarse y comerse a sus propias crías. Los dueños de granjas peleteras usan los métodos más baratos y crueles para matar a los animales. Como por ejemplo, con monóxido de carbono (muerte por asfixia), una muerte lenta; también por electrocución o por envenenamiento. El objetivo final es matarlo de manera que no se estropee la piel. Se ha comprobado que en ocasiones los animales son desollados vivos.
Para obtener un solo abrigo, se sacrifican alrededor de 20 focas bebé, 8 focas adultas, 17 linces, 6 leopardos, 12 lobos, 60 visones, 20 zorros, 20 nutrias, 30 mapaches, 250 ardillas o 300 chinchillas.


Pero no son los únicos animales usados por su piel. Existen también los que son considerados subproductos de la industria cárnica, como lo son el cuero y la lana.

El cuero proviene principalmente de las vacas lecheras que ya no producen cantidades de leche considerables, o de terneros. Estos animales viven hacinados, desprovistos de espacio y luz solar. Se les mata cortándoles la garganta y dejándolos desangrar.

Ante esto, Echeverría opina: “Definitivamente el cuero y la lana, siguen motivando esta industria de explotación de los animales, así que repito: ¡usemos sintético!”

En este sentido, la industria de la moda ha dado cada vez mayor apertura al diseño y comercio de prendas y accesorios elaborados a través de fibras naturales y materiales sintéticos, con los que se puede lucir elegante y moderno, fomentando la demanda de vestimentas libres de crueldad hacia los animales.

“En el momento que tuve en mis manos información, imágenes, palabras y hechos de todo el sufrimiento que hay en las granjas peleteras; me bastó para decir: Liza, tú que eres comunicadora, pero, sobre todo un ser humano, ¡tienes que hacer algo! ¡definitivamente tienes que salir a la defensa de estos animales!” Liza Echeverría.












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